el caviar es como la ópera: ¡o se adora o se odia! pruébalo, mientras más refinado es, más excéntrico resulta (después de todo, se trata de disfrutar de los huevos de pescado crudos y sin cocinarlos).
para los entendidos, el gusto marítimo salado hace a un producto genuino y muy apreciado.
el caviar negro procede del esturión y el rojo del salmón.
el caviar rojo más famoso es natural de rusia y esta receta sólo hace uso de ese caviar (para alegría de las personas que sí les gusta).
el caviar se sirve en pequeñas cantidades sobre tostadas. en rusia, sin embargo, se sirve en crepes, obviamente con vodka (prometo hacer otro post con esta receta original procedente de rusia). es frágil y se altera rápidamente. se sirve en frío, del frigorífico. para otros platos (ensalada, aperitivo) es el último en añadirse antes de servirse…
¡además, creo que nadie rechazaría una copa de champán con un aperitivo frío como el caviar!
la ensalada que os recomiendo pretende aportar un poco de fantasía a la forma en la que se sirve el caviar: los huevos de codorniz hervidos son un “apoyo” interesante para los preciados huevos de salmón.
pon a hervir algunos huevos de codorniz durante unos 4 minutos (huevos duros), luego escúrrelos bien y enjuágalos con agua fría (será muy fácil de pelarlos ahora).
lava 2 tomates y córtalos en lonchas, añade perejil picado, aguacate en rodajas, vierte un poco de zumo de limón y muévelo bien.
añade las hojas de lechuga, lávalas y muévelas bien. luego, rómpelas y espárcelas sobre las otras verduras.
añade el salmón ahumado cortado en trocitos y luego, las aceitunas. muévelo bien.
coloca la ensalada en una fuente.
coloca un poco de caviar rojo encima de cada huevo de codorniz (utilize una cuchara de cerámica, el metal alteraría el sabor del caviar). pon con delicadeza los huevos de codorniz “adornados” sobre la ensalada.
¡abre el champán frío y disfruta!
¡que aproveche!